Erriberritu es un punto para intercambiar recursos y para crear conexiones entre habitantes y proyectos que se desarrollan en la isla
Durante dos semanas, los estudiantes de Humanidades Digitales Globales de Mondragon Unibertsitatea han trabajado conjuntamente con el estudio de diseño Studio Petit Muller para el diseño y fabricación del punto de intercambio Erriberritu. Los alumnos se dividieron en 4 equipos: Alimentación, Intercambio, Fabricación y Educación, cada uno de ellos enfocado a desarrollar un aspecto ligado a la economía circular.
Los resultados de este trabajo se situaron en este nuevo espacio abierto al vecindario y ubicado en la antigua fábrica de galletas Artiach, en Zorrotzaurre, donde cualquier persona puede dejar o coger cosas libremente. La intención del proyecto es dar una nueva vida a objetos que ya no se utilizan, promover la reutilización y fomentar los principios de la economía circular a nivel de barrio, así como promover las conexiones entre iniciativas ciudadanas que están en la isla.
El grupo dedicado al intercambio construyó estructuras dirigidas a almacenar objetos, como ropa, libros, juguetes y materiales. El equipo de alimentación construyó una barbacoa móvil de grandes dimensiones, pensada para que pueda ser utilizada por parte del vecindario en fiestas, encuentros y actividades, que se ha cedido a la asociación de vecinos del barrio. Los estudiantes del equipo de fabricación crearon un mapa de las empresas que trabajan actualmente en la isla, con el objetivo de crear conexiones entre ellas y fomentar el intercambio de recursos, mientras que el equipo dedicado a la educación elaboró paneles informativos con contenidos dirigidos a difundir los principios de la economía circular.
La construcción del espacio Erriberritu es el punto final de un proceso de aprendizaje que empezó el pasado mes de octubre, a lo largo del módulo Circularidad y Economía Colaborativa en Zorrotzaurre. Este proceso formativo incluyó dentro del currículum del grado universitario, y en una primera fase, el alumnado pudo conocer nuevas metodologías y estrategias ligadas a la innovación urbana, a través de un programa de conferencias con personas expertas a nivel internacional. Las ponencias giraron en torno a cuestiones como la economía global y la distribución de la riqueza, el diseño social y la aplicación de tecnologías digitales en la innovación social. A partir de ahí, los y las estudiantes iniciaron un proceso de exploración con agentes del barrio y diseño de prototipos. El reto consistía en idear posibles soluciones frente a problemas locales como la falta de recursos y la desconexión entre proyectos que trabajan en Zorrotzaurre, creando propuestas de urbanismo temporal.
La construcción de Erriberritu es el resultado de este proceso de codiseño y cocreación. Ahora, el espacio está a disposición del barrio y el siguiente reto consistirá en continuar dando vida a esta iniciativa para promover su uso por parte del vecindario y las organizaciones que trabajan en el entorno.